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Athletic Bilbao, Atlético de Madrid, Cata Díaz, Cristian Rodríguez, Emre, Falcao, Filipe Luis, Raul García, Simeone, Tiago
Había un niño (Atleti) que en el colegio era un desastre académicamente y en comportamiento. Un tratamiento constante lo hizo cambiar, ayudado por una sustancia que tenía que ingerir diariamente. Así se convirtió en alumno estrella e incluso llegó a superar a los mejores alumnos que contaban con todas las facilidades (Madrid) y preferencia de los profesores (árbitros, prensa y demás). Pero por cuestiones de la vida, sus padres decidieron dejar de darle esta sustancia para ver si rendía y si ya no era necesaria. Lo hicieron en tres oportunidades, con resultados poco alentadores.
En la primera oportunidad, el chaval se portó mal en la escuela y jaló el parcial, pero todos decidieron pasarlo por alto (Coimbra), porque un error lo tiene cualquiera. La segunda vez le pegó a un compañero y recibió una llamada severa de atención de sus padres. (Pilsen). La tercera vez jaló el examen final y todos los profesores concluyeron que aquel comportamiento sería una tendencia constante en ese niño a menos de que siguiera consumiendo la sustancia. A menos de que ocurra un cambio extremadamente extraño y radical que lo haga independiente. Esa puede ser una analogía del comportamiento del Atleti en canchas visitantes cuando no juegan los Falcao, Gabi, Koke y compañía. Cuando no ingiere la sustancia.
La goleada que el Bilbao nos ha propinado solo hace unas horas es un golpe duro contra la pared, que nos hace recordar tiempos pasados y malos cuando aquello era común. Por suerte, ahora nos quedamos estupefactos tras la goleada cuando hace poco nos quedábamos anonadados cuando nosotros lo hacíamos. Eso es algo muy positivo, el Atleti tiene el techo alto, tal y como siempre debió ser. Simeone hizo a lo que dignamente llaman “la rotación” en el fútbol con Tiago y Emre en el centro, con Cata por Miranda, con Raúl García y Cristian Rodríguez acompañando desde el arranque a Arda en el tridente y con Costa en punta. Falcao y Gabi salieron por lesión mientras que Koke, Miranda, Mario no entraron por decisión técnica (para guardarlos para la semifinal)
Así partimos y no nos fue bien. Fuimos ampliamente superados pero más allá de la derrota, lo que más me golpea es que mi optimismo ha sido golpeado de forma muy dura y cruda contra el suelo. Yo pensé (y lo he dicho en anteriores crónicas), que el Atleti tenía una reserva competitiva y que tenía posibilidades de disputar partidos de gran nivel, que no era necesaria esa dosis del chaval para rendir, que no siempre era necesario a Arda, Koke, Falcao y compañía. Que podían entrar en grupo y hacerlo bien. Lo de Coimbra y Pilsen ya fue un presagio, pero esta vez, contra un equipo que ya se está asentando (¡por fin!) en esta temporada y que cuando despliega todo su arsenal es muy difícil controlarlo. Lo que tenemos son buenos recambios individuales, que pueden complementar al equipo titular cuando uno falla o no esta, gente que entra enchufada en segundos tiempos o incluso desde el arranque pero que necesitan a esa maquinita funcionando para adaptarse rápidamente (Cebolla, Tiago, el mismo Emre). Sin embargo, contra rivales de lote (y en terreno visitante que es donde nos cuesta más con cualquier equipo) y jugando varios jugadores del “B” en mancha no funcionan. Hay recambio para el A, no para formar un B.
Tiago y Emre juntos no funcionan. Son buenos complementos pero no para asumir toda la responsabilidad. Raúl García y el Cebolla no es lo ideal. Tampoco voy a desacreditar todo lo que han hecho por el equipo, han sido parte importante para que en febrero juguemos Europa League y han cubierto muy bien los puestos de los titulares en Liga tanto en Copa como en Europa. Pero falta ese plus, eso que tiene el Barza y Madrid, que este quien este, lo logran. En estos momentos tras el partido se forma una idea homogénea sobre Emre, Tiago y Cata Díaz: “Que no sirven, que no tienen la calidad, que se retiren”. Tendrán en parte razón, pero todos deben entender que era uno de los primeros y pocos partidos en el cual jugaban juntos, que para la alta competencia se necesita ritmo y partidos, y si encima tienes a un Bilbao enchufado pasa la catástrofe. También, el tridente por detrás de Costa, era un nuevo y radical, nunca antes de visita se había jugado con RG8 y Cebolla de inicio y eso más allá de su nivel, pasa factura.
No somos el Barca, ese equipo que puede entrar cualquiera pero sabe lo que tiene que hacer porque ya hay una ideología de juego inculcada. Un sistema constante y permanente lo que lleva a que entren varios suplentes pero que sepan su objetivo y el medio como lograrlo. Gracias a nuestra directiva, en el Atleti se han hecho las cosas a “la mala”, a “la suerte”, “a la garrocha”, bajo la categoría de la improvisación y eso repercute en una plantilla descompensada, que tiene la presión de obtener títulos en un corto tiempo porque si no comenzarán a rodar cabezas. Y esto último no solo es culpa de los directivos, sino también de una afición “corto-plazista”, que quiere resultados de la noche a la mañana (algo también influenciado y motivado por la pésima y poco transparente gestión de Gil y Cerezo).
Aun así, hoy tuvimos muchas oportunidades claras, con un Filipe que estuvo a un granito de arena del gol y con un Emre que tuvo la oportunidad más clara con un cara a cara que erró cuando todo iba 0-0. Porque este Atleti lo intentó y casi lo logra en el primer tiempo pero en el segundo con el gol de San José todo se desmoronó.
La Liga se nos va, a estas alturas creo que todos los que vaticinaban una caída del Atleti para invierno en España era cierta. La conclusión de hoy es que este equipo (por calidad de jugadores, por descompensación de plantilla, por falta de ritmo) no podrá mantenerse al nivel que había soñado: el de un triplete mágico. Simeone tiene trabajo para levantar a los que cayeron en La Catedral y enchufarlos para que no vuelva a ocurrir algo como lo de hoy. Sería un milagro que armara una plantilla competitiva en su totalidad para pelear todo, pero partidos como los de hoy pasarán, porque la seguidilla de partidos es una realidad que debemos afrontar. Aquí radica nuestra diferencia con los top, mientras ellos pueden pelear la Copa de su liga, su propia Liga y la Champions, el Atleti tiene el tanque muy ajustado si quiere pelear Copa, Liga y Europa League.
Para la próxima temporada tenemos Champions casi asegurada, entonces sobre la base de ahora se tiene que formar un equipo más compensado, amplio, trabajado, con un estilo de juego definido (ya se va definiendo) para poder hacerlo. Hay mucho material, Simeone ya nos demostró que esta plantilla titular y enchufada puede lograr grandes cosas, solo falta ese respaldo para dar el gran salto. Ahora salen muchos oportunistas diciendo que perdemos contra los equipos “serios”, pero no les hago caso, porque ese equipo al que critican va segundo en la Liga BBVA, por encima del Real Madrid. Ese equipo está en las semis de Copa y es uno de los mejores equipos de Europa. Cuando vencimos al Málaga, al Sevilla, al Betis, al Chelsea, al Bilbao (4-0 en la 1era vuelta) se quedaron calladitos. Y aquellos también son equipos serios.
El jueves, veremos si este sacrificio en La Catedral valió la pena. Aunque yo no tengo duda que sí lo hará. (Una Copa del Rey se recordará mucho más a largo plazo que una derrota dura en Bilbao). Y que, (otra vez me traiciona mi subconsciente) hay una pequeña y ligera posibilidad de que los once que se presentaron hoy tengan revancha. De que Simeone logre darle ese cambio radical a ese niño (en este caso, al Atleti no titular, no sé cómo llamarlo) que le permita dejar el medicamento que contiene los goles de Falcao, el cerebro de Arda, la solidez de Gabi. La actitud esta, las lágrimas de Tiago lo demuestran. Hasta ahora no funciona.
Colchonero2012
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