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Adrián, Atlético de Madrid, Carlos Ramos, Copa del Rey, Héctor, Oliver Torres, Sant Andreu, Simeone, Toby Alderweireld
La alineación inicial fue una bofetada para todos aquellos que exigían a Simeone que hiciera más rotaciones. El once que salió al campo fue uno inédito e incluso histórico y puede que nunca más se vuelva a repetir a lo largo de esta temporada. Aranzubia, Insúa, Manquillo, Toby, Giménez, Guilavogui, Carlos Ramos (sí, un jugador de la cantera, no me estoy confundiendo con un adversario), Adrián, Cebolla Rodríguez, Óliver y Baptistao. Cuando leí el AS pensé que había un erro de digitalización pero llevaban la razón: Simeone había decidido darle minutos a todos. A todos los que se lo merecían. Y en este Atleti encontrar a alguien que no de todo de sí mismo en un entrenamiento es muy complicado. El Cholo ve este esfuerzo y decide darles oportunidades. Sin embargo, si hay alguien en el Atleti que busca “negociar” su esfuerzo…… no hay nadie porque Simeone lo hubiera largado al finalizar su primer entrenamiento. No habrá sido un partido brillante, más bien fue uno malo del conjunto rojiblanco en el cual jugadores multimillonarios eran incapaces de voltear un marcador de un gol frente a un rival amateur. Un argumento que los defiende es que nunca antes habían jugado juntos pero jugadores de esa jerarquía no deberían necesitarlo para vencer a un rival de mucha menor envergadura. Pero por encima de todo, lograron la victoria. Es cierto que en el último minuto pero triunfo al fin y al cabo. Si vamos a comenzar a renegar por triunfos con un equipo B y en un partido intrascendente…….
No pude observar todo el partido y ando medio cansado estos días. Pero siguiendo la filosofía de nuestro líder del “partido a partido”, también debo aplicarla a mi blog y pensar: “crónica a crónica”. Porque la crónica de la final de la Copa del Rey es igual de importante que la crónica contra el Sant Andreu. Y a pesar de que tenga pocas ganas de hacerla, es mi deber. Un deber que estoy cumpliendo. El equipo visitante se adelantó en el marcador y el Atleti se fue como un vendaval para empatar. Jugadas e intentos individuales que no encontraban portería y que servían de harakiri para Adrián, que no pudo anotar de penal con una presión mínima del público y de la trascendencia del encuentro que le hubiera ayudado a tener más confianza. Tampoco creo que le vaya a afectar demasiado pero el partido no contribuyó a darle más confianza de lo que pudo haber hecho. Era una gran oportunidad. El que no desperdició para nada su oportunidad fue Toby, que lograría el gol del triunfo agónico en el último suspiro del partido y que de un pase largo desde su área habilitaría a Adrián para dejarlo en una situación peligrosa que terminaría generando el penal. Y que mejor día para Héctor, sí, tampoco me estoy confundiendo de nombre.
El canterano centrodelantero ingresó por Leo y a los pocos minutos de su presencia en el campo recibió un pase perfecto de Adrián para anotar el empate y renovar la esperanza de que ningún rival se vaya con la cabeza alta del Calderón. El único rival que se fue del Calderón con una tímida sonrisa fue el Barcelona, pero con la incertidumbre de no haber podido cerrar la final en la ida y con la clara visión de que se enfrentaban a un señor equipo. Un señor equipo que estaría a milímetros de vencerlos en el Camp Nou. Todos los demás rivales fueron derrotados, algunos con mayor o menor dignidad y competencia, pero todos con el mismo resultado final. Por eso se entiende la celebración de Simeone de haber ganado el partido. Exigencia, competencia y respeto. Tres palabras que las vemos en cualquier partido de nuestro Atleti y en cualquier jugador nuestro gracias al efecto del Cholo. ¿Dónde estaban nuestros titulares? David Villa, Koke, Raúl García, Mario, Juanfran, Filipe Luis, Miranda y Arda veían el partido desde el palco. Como debe ser. Porque en este Atleti todos son importantes y vitales para el gran objetivo de ser el mejor equipo del mundo. Todos son capaces de representar dignamente a las rayas rojiblancas. Y eso genera competencia, exigencia pero sobre todas las cosas, unión y sentimiento de pertenencia. Muchos equipos quisieran tenerlo. Porque no todo son títulos y victorias. Un partido ganado por una estrella nunca será lo mismo que un partido ganado por todos. Y esto último lo tiene el Atleti, algo que otros nunca entenderán.
Nos vemos en el Calderón.
Twitter: Colchonero2012
Fuentes fotos: as.com, aldia.cr, marca.com, spox.com